Es importante saber que estilo educativo adoptamos con nuestros hijos ya que está más que demostrado que la conducta de los padres influyen decisivamente en la conducta de los hijos. Sirva este último apartado para hacer un autoanálisis de nuestra forma de educar como padres y madres ¿en qué estilo me suelo encontrar?:

estilos

 

Autoritario: Es decir con normas muy rígidas, frecuentes castigos, siendo inflexibles.

Consecuencias: Un niño huraño, agresivo, con poca iniciativa, con una autoestima baja y también será autoritario.

Sobreprotector: Cuando se intenta controlar la vida de los hijos a través del afecto, no se ponen límites o son poco claros, siempre solucionan los problemas de los hijos.

Consecuencias: Niños dependientes, sin autonomía y poco tolerantes a aceptar frustraciones.

Permisivo-negligente: No exigen responsabilidades, no afirman su autoridad, no ponen normas, no les orientan para que tomen decisiones.

Consecuencias: Hijos irresponsables, con poco autocontrol, con baja autoestima.

Inconsecuente: Son aquellos padres que se manifiestan inestables en sus comportamientos, son poco coherentes, no son capaces de hacer lo que exigen a los demás, no tienen normas claras ni fijas.

Consecuencias: Los niños se vuelven ansiosos, inestables, indefensos y desconfiados.

Democrático: Satisfacen las necesidades afectivas de sus hijos, los aceptan tal y como son, razonan y negocian las normas, les enseñan a través del propio ejemplo, les ponen límites claros, favorecen la comunicación y el diálogo, son capaces de reconocer sus errores y aceptarlos para mejorarlos.

Consecuencias: Niños más seguros de sí mismos, son capaces de compaestilos educativosrtir y aceptar sus responsabilidades, no son fácilmente manejables, tienen buenas relaciones sociales.