Problemas Cardiovasculares
El término trastornos cardiovascular hace referencia a distintos problemas del corazón y de los vasos sanguíneos (hipertensión, trastorno arterial coronario, arritmias cardiacas, cardiomiopatías, etc.). Es decir, toda enfermedad que incluya al corazón como válvula y a todo el sistema vascular.
Estas enfermedades son la primera causa de muerte de adultos en las sociedades industrializadas y suelen cursar de forma asintomática, por lo que es importantísimo trabajar de cara a la detección.
Se originan a través del deterioro de las arterias coronarias (ateroesclerosis) y por la pérdida de elasticidad de las mismas (arterioesclerosis). Esto provoca una reducción en el calibre de la arteria, cuya consecuencia es la restricción del aporte sanguíneo.
La Ateroesclerosis consiste en la formación de placas ateromatosas, compuestas por colesterol y diversos tipos de grasas que se van calcificando, hasta formar una estructura ósea. A esta se les unen plaquetas de sangre que producen coágulos alrededor de dichas placas.
La Arterioesclerosis consiste en la pérdida de flexibilidad arterial restando capacidad al músculo cardíaco para soportar el aumento del flujo sanguíneo fruto del bombeo del corazón (necesita bombeos más “fuertes”).
A raíz de estas, podemos distinguir varias enfermedades: angina de pecho, infarto agudo de miocardio, accidente cerebro-vascular o hipertensión.
Estas silenciosas enfermedades tienen numerosos factores de riesgo. Se encuentran aspectos como la herencia o la edad, el sexo y la raza, así como padecer diabetes, que van a determinar una mayor probabilidad de sufrir alguna enfermedad de este grupo. Estos factores serían los llamados inherentes o no modificables. También se encuentran factores de riesgo fisiológicos, como la obesidad, el colesterol, el ácido úrico o la Hipertensión, que es una enfermedad cardiovascular con entidad propia y factor de riesgo para otras enfermedades cardiovasculares.
La dieta, el ejercicio físico y el consumo de tabaco o café, se han relacionado también con un aumento o disminución de la probabilidad de padecer este tipo de enfermedades.
El apoyo social y el nivel educativo y económico también tienen un peso en este tipo de problemáticas.
En cuanto a los factores de riesgo psicológicos, se ha demostrado que el estrés y las emociones tienen un importante peso en este aspecto. Tan importante que son numerosas las evidencias científicas que indican que son los factores de riesgo más importantes, por las consecuencias que tienen sobre el Sistema Nervioso y sobre nuestro entorno y conducta. Por ejemplo, la ansiedad y la ira, que se asocian a la activación del sistema nerviosos simpático, influyen sobre la reactividad cardiovascular, el sistema inmune y el endocrino. Además, estas dos emociones dan lugar a conductas y estilos de vida poco saludables, incluyendo alto consumo de alcohol, cafeína y tabaco, alteraciones del sueño, falta de ejercicio, bajo cumplimiento de prescripciones médicas, etc.
Nuestro tratamiento:
El objetivo general de la evaluación e intervención psicológica será aumentar la calidad de vida de estas personas reduciendo sus niveles de presión arterial y así el riesgo de infarto o accidente cerebro-vascular.
Se trabajará con el objetivo de dotar a la persona de herramientas que le permitan controlar estrés y manejar adecuadamente emociones negativas, mejorar sus hábitos y estilo de vida, así como aumentar apoyo social a través de Habilidades Sociales específicas. El entrenamiento en control de ira cobra especial importancia en estos pacientes, dado el peso que tiene esta emoción en la sintomatología cardiaca y la alta prevalencia que presenta en estos sujeto