Tras haber hablado de los pensamientos automáticos y las distorsiones cognitivas,  a continuación os mostramos unos pasos que podéis intentar seguir para “aprender a pensar bien”:

  • Parar y separar: es bueno darse cuenta de la utilidad de poner distancia cuando te sientes mal y para ello encontrar tu forma de pararte y separarte para después poder observar (disfruta de lo que estés haciendo en el momento en el que lo estás haciendo sin tratar de controlar la situación). Algunos trucos pueden ser escribir, registrar, distracciones, practicar relajación… contar tu propia historia como si fueras otra persona, etc  shutterstock_14778658
  • Darse cuenta/ reconocer: tu cuerpo es sabio, cuando sientes malestar es una forma en la que tu cuerpo expresa y se comunica contigo diciendo “algo falla o estás interpretando de una forma que no es la más ajustada a la realidad”.  Podéis intentar utilizar las emociones que nos provocan sufrimiento como “señales avisadoras” de errores en la forma de pensar (cuando me siento mal, me estoy equivocando). Trata de buscar el pensamiento que está detrás de esa emoción (cuéntate tu propia historia desde que empezaste a sentirte mal). Identifica la distorsión de pensamiento ¿cómo hago para sentirme mal? (puedes ver en nuestro blog las distorsiones de pensamiento)
  • Decide estar bien, intención de bienestar: decide ponerte bien. Cuestiona y desafía al pensamiento distorsionado que “se vende como bueno y sensato”
    • ¿para qué me sirve…?
    • ¿quién ha dicho que sea así…?
    • ¿puedo demostrarlo, donde está escrito…?
    • ¿no estaré exagerando…?
    • ¿Qué es lo peor que podría pasar?
    • ¿en qué términos lo pienso? ¿seguro es: siempre, todo, nunca…?
    • ¿qué excepciones hay a eso que digo?
  • Selecciona lo que quieres y evoca el bienestar: busca el pensamiento que te haga sentir bien (racional o no).
  • Repite y recuerda: recuerda cómo quieres pensar y haz que vuelva a tu memoria lo que deseas. Practica cada vez que se repita la situación, con paciencia y constancia. Haz como si estuvieras bien, evocando el bienestar (“recuerda”)  tratando de vivir en el momento presente lo que estés haciendo.