“Que haga tanto frio y llueva me tiene apagado”
“Sólo tengo ganas de estar en casa arropada con una manta a lo calentito”
“El que haya menos horas de luz al día no me gusta”
Estas y otras muy similares son las frases que solemos escuchar en esta época del año. Cuando se están terminando los días soleados del otoño para ir acercándonos cada vez más a los días del frio invierno.
Cierto es, que nuestro estado de ánimo está influido por muchas variables y una de ellas es la época del año en la que nos encontramos.
Cuando llegan los días de frio nuestro organismo y nuestras rutinas cambian, pudiendo por tanto, verse reflejado de manera directa en nuestro estado de ánimo, apareciendo síntomas como la tristeza, la apatía, sensación de pesadez del cuerpo, sueño excesivo…
Hormonas como la melatonina y la serotonina son las responsables de que esto suceda. En invierno al haber menos horas de luz nuestro cuerpo produce mayores cantidades de melatonina. Esta hormona está relacionada de manera directa con el sueño por lo que su aumento puede provocarnos una mayor sensación de somnolencia. Por el contrario la serotonina disminuye. Esta hormona tiene relación directa con el estado de ánimo depresivo, produciéndose por tanto esa apatía y esa falta de energía tan característica de esta época.
El cambio en nuestras rutinas también tiene un peso importante. Suele ocurrir que muchas de las actividades que nos agradan tienen que modificarse porque las condiciones climatológicas nos impiden realizarlas (dar un paseo en bici, salir los fines de semana al campo, estar sentados en un banco con los amigos… )
Desde Áncora queremos recordarte que el tiempo no lo puedes modificar, pero tu actitud ante el día sí, por lo que te animamos a que des un toque de color a esos días grises y utilices tu imaginación para realizar nuevas actividades en invierno que te den la misma energía que las que realizas bajo el sol.
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