shutterstock_48189502La mujer ante una nueva etapa: el divorcio

Emociones ante una nueva etapa: la mujer y el divorcio

Tras una separación o un divorcio, nos enfrentamos a una nueva etapa en nuestra vida. Independientemente de quien haya tomado la decisión de dar el paso, esta nueva etapa va a estar acompañada por una gran carga emocional, hoy vamos e revisar cuáles son esas emociones que van asociadas a ella:

Entre las emociones que suelen aparecer nos encontramos como principal la tristeza, esta aparece con motivo de la pérdida que hemos sufrido. Tras el divorcio hemos perdido una familia, una pareja o incluso una estabilidad económica y unas ideas de futuro que de repente se han visto desmoronadas. Incluso cuando hemos sido nosotras mismas las que hemos tomado esta decisión y estamos totalmente convencidas de que era lo mejor para nosotras o nuestros hijos, la tristeza aparece, ya que, o  bien añoramos lo que tuvimos en su momento o  bien añoramos lo que pudo haber sido y no fue.

El miedo y la ansiedad también nos acompañan en esta nueva etapa al enfrentarnos a lo desconocido. Solas o acompañadas por nuestros hijos, este nuevo camino está lleno de incertidumbre: ¿Cómo será la vida ahora sin él?, ¿Qué dirán de mí?, ¿Podré salir adelante sólo con mi sueldo?, ¿Cómo le afectará esto a mis hijos? Preguntas de este tipo y algunas de ellas a las que no se les puede dar una respuesta inmediata son las que hacen que el miedo y la ansiedad aparezcan.

Podemos sentir también culpa, esta emoción  aparece cuando sentimos que hemos hecho algo mal.  “No sé si hice todo lo que estaba en mi mano para salvar la relación”, “Mis hijos tendrán una vida diferente por la decisión que hemos tomado”, “Quizá fui yo la que hizo que esto se acabara», esta emoción puede generarnos un gran malestar, pero debemos de tener en cuenta  que el que aparezca el sentimiento de culpa no implica que de manera directa yo sea realmente la culpable de la situación.

Además de estas tres principales y que tienen una connotación más negativa, no debemos olvidarnos de que la alegría también suele estar presente. Quizá no en todo momento ni tampoco sea la que más sobresalga de entre todas esas emociones que podemos tener, pero no debemos de olvidar que si la relación se ha roto seguramente que haya sido porque algo en ella no nos hacía felices y era necesario realizar un cambio en nuestra vida.

Para poder llevar mejor esta nueva etapa y gestionar mejor estas emociones recuerda que además de confiar en ti misma y saber que el principio de la nueva vida es lo que más cuesta, es muy importante contar con el apoyo de familiares o amigos, quienes te podrán dar consuelo en los momentos en los que te encuentres más decaída y ánimo en aquellos en los que necesites energía para continuar hacia adelante y compañía en los que quieras compartir tu alegría.