personas de edadNaciones Unidas ha establecido el 1 de octubre como el día Internacional de las Personas de Edad.

Con ello quiere hacer visible la situación que vive la población de avanzada de edad, las dificultades que presentan y su integración en las políticas de vida familiar y social.

Desde Áncora, tomando como referencia el día de hoy queremos explicaros qué es el “Síndrome del abuelo esclavo”.

El síndrome del abuelo esclavo lo forman un conjunto de síntomas físicos y psicológicos que sufren las personas de edad avanzada como consecuencia de los cambios sociales a los que están sometidos.

Entre los principales síntomas físicos se encuentran: el dolor crónico, la falta de energía, el agotamiento, la hipertensión arterial, etc.

Y entre los síntomas a nivel psicológico estarían: el sentirse tristes, irritados, presentar insomnio, bajada o aumento de peso, ansiedad y suelen tener una sensación de falta de disfrute del día a día.

¿Y por qué ocurre esto?

Hoy en día nuestros mayores cumplen un papel esencial en las familias, pero en ocasiones no precisamente porque estén en casa con nosotros y les tengamos que prestar nuestro apoyo debido a las necesidades que puedan tener dada a su avanzada edad, sino porque más bien los papeles se invierten y son ellos los que cuidan de nosotros y los que nos apoyan a nosotros.

Desde tener que cuidar a los niños mientras los adultos de la casa están trabajando (ir a por ellos al colegio, darles de comer, llevarles a las actividades extraescolares…), hasta ayudar en las tareas domésticas o incluso en el momento de crisis actual en el que nos encontramos, llegar a tener que mantener a sus hijos que están en situación de desempleo.

Lo que ellos suelen vivir al principio como: “hijo yo te ayudo” puede terminarse convirtiendo en una obligación y así mismo es como es vivido por ellos. Es en este punto donde comienza a surgir el problema.

El exceso de estrés y de obligaciones en ocasiones termina por sobrepasarles, acentuándose aún más cuando los sentimientos que se producen no son expresados al entorno familiar.

Para prevenir este síndrome es muy importante hablar con ellos, incluirles también en los planes familiares para que no sientan que sólo sirven para estar activos entre semana cuando les necesitamos y los fines de semana que tenemos tiempo nos olvidamos de ellos. Y sobre todo revisar la carga de obligaciones y responsabilidades que en ocasiones tienen.