Hoy vamos a hablar de los diferentes tipos de obsesiones y compulsiones que sufren las personas con TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo). Aunque las obsesiones y compulsiones más conocidas son las de limpieza o comprobación, hay muchos tipos diferentes.

Un ejemplo de obsesiones menos conocidas sería el de pacientes que acuden a nuestra consulta obsesionados con quedarse dormidos por si se ahogan con su propia saliva mientras u otros que acuden aterrados por la posibilidad de hacerle daño a un ser querido.

Por lo tanto podríamos decir que la persona que padece problema puede sufrirlo de muchas maneras:

  • Obsesiones de limpieza y lavado: como comentábamos anteriormente este tipo de obsesiones son de las más conocidas. La persona presenta un temor obsesivo a contaminarse, contagiarse o contraer una enfermedad (por ejemplo tocando algo, dándole la mano a alguien…).
  • Obsesiones de comprobación: la persona convive con dudas obsesivas de si ha realizado un acto en concreto (por ejemplo miedo a no haber echado la llave de la puerta de casa o haber dejado algún aparato eléctrico encendido…)
  • Comprobación somática e hipocondríacos: existen pensamientos obsesivos en relación a su salud. Tienen temor a desarrollar una enfermedad (por ejemplo estar obsesionado con que va a desarrollar un cáncer) o ante cualquier síntoma por pequeño o inexistente que sea, pueden relacionarlo con una enfermedad grave (de un grano anticipan que será un tumor…), o emplean mucho tiempo haciendo chequeos sobre su cuerpo (por ejemplo están comprobando su frecuencia cardíaca, ritmo de la respiración, temperatura…).
  • Repetidores: son aquellas personas que repiten una y otra vez determinadas acciones (repiten sin poder parar una acción concreta).
  • Ordenadores: son personas que están obsesionadas con que las cosas estén de una determinada manera, siguiendo unas determinadas pautas (por ejemplo que las cosas estén colocadas siguiendo una distribución simétrica).
  • Acumuladores: coleccionan objetos insignificantes, de los que no pueden desprenderse, incluso aunque sea algo carente de valor, ni económico ni sentimental (por ejemplo pueden acumular envoltorios).
  • Compulsiones mentales: para poder luchar contra la ansiedad que le provocan sus obsesiones, la persona realiza una compulsión mental. Para la persona muchas veces es más complicado darse cuenta de que algo no va bien ya que es más difícil detectar tanto la obsesión como la compulsión al ser mentales. Este punto es muy amplio y lo desarrollaremos con más profundidad en futuras entradas del blog.
  • Numerales: están obsesionados con los números ya sea sumando (contando coches, farolas, matrículas…), restando u operando.Buscan sentido a los números que les rodean cambiándolos hasta que les da un número significativo para ellos o el resultado les calma la ansiedad.
  • Perfeccionistas: autoexigentes y autocríticos, tienen una necesidad absoluta de hacer las tareas perfectas. A quienes se preocupan por detalles menores e irrelevantes; o hay quienes necesitan saber o recordar cosas que pueden ser triviales o sin sentido.
  • Supersticiosos: Creen que tienen un pensamiento mágico. Tienen la sensación de que si no hacen el ritual, algo malo les puede suceder. Aunque en ocasiones pueden reconocer que no tiene sentido, no pueden dejar de hacerlo por miedo a que pueda suceder aquello malo que temen.
  • Preguntadores compulsivos: tienen la necesidad de estar continuamente preguntándose a sí mismos o a los demás sobre cualquier cosa por pequeña o absurda que sea.
  • Analizadores: analizan mentalmente dándole vueltas sin parar (como contar, analizar una conversación o repasar mentalmente algo que les haya sucedido).
  • Dubitativos e indecisos: tienen dificultades con las situaciones ambiguas e inciertas y con la toma de decisiones. Suelen preocuparse por los errores y dudar sobre sus acciones. Necesitan la mayor certeza para tomar sus decisiones y el máximo control posible.
  • Obsesiones relacionadas con la sexualidad: muchas personas acuden a consulta angustiadas por sus pensamientos relacionados con la sexualidad. Estos pueden ser pensamientos recurrentes sobre actos sexuales (ya sean prohibidos, o repugnantes o de comportamientos tabúes). Otras personas dudan sobre su sexualidad y se obsesiona con el tema, son muchos los que acuden diciendo que no saben si son homosexuales o no; U otros que tienen miedo a ser pedófilo o cometer incesto (por ejemplo la presencia de una imagen mental pornográfica recurrente).
  • Obsesiones de contenido agresivo: Son personas que viven con el temor de causar algún tipo de daño a otras personas o a uno mismo; por su mente se cruzan imágenes horribles y violentas. A veces nos dicen que tienen miedo a herir a sus hijos.
  • Obsesiones religiosas: están excesivamente preocupados por la posibilidad de cometer algún acto pecaminoso en lo que se refiere a su religión o creencias. Muchos de ellos sufren con pensamientos intrusivos e inmorales sobre el sexo. Ante este sufrimiento sienten la necesidad de confesar pecados que ni siquiera han cometido o sin nimios, o realizan actos compulsivos como arrepentirse constantemente.

Como puede observarse en este artículo, las obsesiones y compulsiones son muy variadas y pueden generar un gran sufrimiento a las personas que las padecen. Muchas personas refieren que este tipo de problemas les hace sentir encadenados y presos de sus propios pensamientos y actos.

Afortunadamente la evidencia empírica y nuestra propia experiencia clínica demuestran que se puede reducir su intensidad, frecuencia o aparición consiguiendo una importante mejora en la calidad de vida de las personas.