Trastorno disocial
La agresividad es una respuesta normal que puede surgir ante la frustración, cuando algo se interpone entre nosotros y el objeto que deseamos impidiéndonos alcanzarlo. Pegar patadas o empujones, dar pellizcos o golpes, insultos, burlas o amenazas, son ejemplos de conductas agresivas, frecuentes en la infancia y que suelen empezar a disminuir hacia los cuatro-cinco años, donde los niños aprenden otros modos de expresión a través de la socialización.
Lo más habitual es encontrarnos ante un problema de conducta agresiva, considerado en función de la frecuencia y la intensidad antes de los cinco años de algunas conductas agresivas, o su persistencia más allá de esa edad.
El trastorno disocial es un problema clínico serio que se manifiesta en la infancia y en la adolescencia, caracterizado por una forma persistente y reiterada de comportamiento agresivo o retador. Las conductas antisociales de los jóvenes suelen ser peleas, insultos frecuentes, robos, provocación de incendios, holgazanería extrema, y el continuo quebrantamiento de las normas en la escuela y en el hogar, destructividad, combatividad, crueldad, irritabilidad, irresponsabilidad, necesidad de llamar la atención y bajos niveles de sentimiento de culpabilidad.
Los trastornos disociales suelen estar relacionados con un ambiente psicosocial desfavorable, entre ellos relaciones familiares no satisfactorias y fracaso escolar, y se presenta con más frecuencia en chicos.
Criterios para el diagnóstico del Trastorno disocial (312.8)
- una forma persistente y reiterada de comportamiento agresivo o retador en el que se violan los derechos básicos de otras personas o normas sociales importantes propias de la edad, manifestándose por la presencia de tres (o más) de los siguientes criterios durante los últimos 12 meses y por lo menos de un criterio durante los últimos 6 meses:
Agresión a personas y animales
- a menudo fanfarronea, amenaza o intimida a otros
- a menudo inicia peleas físicas
- ha utilizado un arma que puede causar daño físico grave a otras personas (p. ej., bate, ladrillo, botella rota, navaja, pistola)
- ha manifestado crueldad física con personas
- ha manifestado crueldad física con animales
- ha robado enfrentándose a la víctima (p. ej., ataque con violencia, arrebatar bolsos, extorsión, robo a mano armada)
- ha forzado a alguien a una actividad sexual
Destrucción de la propiedad
- ha provocado deliberadamente incendios con la intención de causar daños graves
- ha destruido deliberadamente propiedades de otras personas (distinto de provocar incendios)
Fraudulencia o robo
- ha violentado el hogar, la casa o el automóvil de otra persona
- a menudo miente para obtener bienes o favores o para evitar obligaciones (esto es, «tima» a otros)
- ha robado objetos de cierto valor sin enfrentamiento con la víctima (p. ej., robos en tiendas, pero sin allanamientos o destrozos; falsificaciones)
Violaciones graves de normas
- a menudo permanece fuera de casa de noche a pesar de las prohibiciones paternas, iniciando este comportamiento antes de los 13 años de edad
- se ha escapado de casa durante la noche por lo menos dos veces, viviendo en la casa de sus padres o en un hogar sustitutivo (o sólo una vez sin regresar durante un largo período de tiempo)
- suele hacer novillos en la escuela, iniciando esta práctica antes de los 13 años de edad
- El trastorno disocial provoca deterioro clínicamente significativo de la actividad social, académica o laboral.
- Si el individuo tiene 18 años o más, no cumple criterios de trastorno antisocial de la personalidad.
Especificar el tipo en función de la edad de inicio:
Tipo de inicio infantil: se inicia por lo menos una de las características criterio de trastorno disocial antes de los 10 años de edad
Tipo de inicio adolescente: ausencia de cualquier característica criterio de trastorno disocial antes de los 10 años de edad