Problemas de alimentación

250shutterstock_117399763Cuando la preocupación por el aspecto físico toma el control de los pensamientos y conductas, se establecen hábitos de vida insanos que pueden llegar a ser incluso auto-destructivos  Perder peso se convierte en lo más importante y las repercusiones físicas y psicológicas pueden ser muy graves, ya que, además, la persona pierde la capacidad para asumir la enfermedad.

Dentro de los trastornos de la alimentación que aquí tratamos se encuentran: la anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y sobreingesta compulsiva.

a) Anorexia Nerviosa
 La anorexia nerviosa consiste en una pérdida voluntaria de peso y un intenso temor a engordar. Existen sentimientos de desagrado con el propio cuerpo y problemas para reconocer la sensación de hambre y saciedad.

b) Bulimia Nerviosa
Este trastorno se caracteriza por la realización de atracones recurrentes. El atracón consiste en la ingesta de una gran cantidad de alimentos en un corto periodo de tiempo. Para impedir ganar peso tras el atracón, la persona utiliza distintos mecanismos como la provocación del vómito, la utilización de laxantes y diuréticos, ayuno, y ejercicio excesivo.

c) Obesidad
La obesidad se caracteriza por una acumulación excesiva de grasa corporal innecesaria. A nivel clínico, existe el acuerdo bastante generalizado de considerar a una persona como obesa cuando excede el 20% de su peso ideal, en función de su talla, complexión, sexo y edad.Las investigaciones realizadas extraen como conclusión que la ingesta excesiva está inducida por estados emocionales de ansiedad y estrés y la terapia psicológica muestra resultados positivos en su tratamiento en combinación con el abordaje médico.

d) Sobreingesta Compulsiva
La sobreingesta compulsiva se caracteriza por episodios repetitivos de voracidad («atracones») durante un periodo determinado de tiempo, que se reconocen como patrones alimentarios anormales y le generan al individuo el sentimiento de no poder controlarlos voluntariamente. Generalmente tienen sobrepeso, pero se diferencian de los obesos en que no necesariamente emplean procedimientos drásticos para perder peso, no hacen dietas severas, ni tienen insatisfacción con su imagen corporal como presentan las pacientes con anorexia y bulimia.

Nuestro tratamiento:

Sin embargo, los trastornos de la alimentación no son sólo un problema de comida y peso. La cuestión es más compleja. En el núcleo del trastorno se encuentran la depresión, soledad, inseguridad, presión por el perfeccionismo, necesidad de agradar y un miedo terrible a la pérdida de control.

El tratamiento es multifactorial, e implica alcanzar un peso adecuado, cambiar la forma de pensar respecto a la comida y a uno mismo, superar el miedo a perder el control y la creencia de que la felicidad y la autoestima recaen mayoritariamente en el aspecto físico. Adquirir estrategias de auto-ayuda para ganar en auto-confianza y aceptación se hace elemental para lograr la recuperación y superar el miedo, la tristeza  y demás emociones que debemos aprender a afrontar.

Una vez evaluado el problema, se lleva a cabo la intervención en distintos niveles: psicológico, médico y familiar, siendo algunos de nuestros objetivos, los siguientes:

  • A nivel psicológico: crear una buena relación terapéutica con el/la paciente para su cooperación, modificación de actitudes hacia la apariencia corporal, comida y peso, mejorar su autoestima para aumentar la seguridad en sí mismo/a
  • A nivel médico: establecer de hábitos de comida y peso saludables, desaparición de los episodios de bulimia.
  • A nivel familiar: informar a la familia sobre el tipo de conducta a realizar ante determinados comportamientos, modificar las relaciones familiares, …