Tics:

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Los tics son movimientos involuntarios, pero sobre los que se puede ejercer un control parcial, pueden ser motores o fonatorios.

Es un movimiento o una vocalización que ocurre súbitamente, de forma recurrente, y con frecuencia recuerda a movimientos normales. Todos los tics empeoran con el estrés, ansiedad o fatiga, y mejoran desviando la atención, con la relajación o durante el sueño. Algunos niños pueden tener tics breves o aislados (gestos, toses) sin que esto signifique que tienen un trastorno por tics.

Normalmente la intensidad del tic varía muy poco en el curso de las semanas, aunque pueden existir cambios a lo largo de los meses o de los años. Se inicia normalmente durante la primera infancia (entre los 5 y los 10 años). Aproximadamente dos tercios de los casos finalizan durante la adolescencia, pero algunos casos pueden persistir en formas leves durante años o décadas. En la edad adulta, puede aparecer una forma crónica de trastorno por tics crónicos, generalmente después de los 40 años.

Los niños cuyos tics se inician entre los 6 y 8 años parecen tener mejor pronóstico. Sin embargo, los niños con tics en extremidades y tronco tienen peor pronóstico que aquellos que sólo presentan tics faciales.

NUESTRO TRATAMIENTO:

En todos los niños que padecen tics, se debe realizar una psicoeducación con ellos y sus familias. En los casos más graves, se pueden prescribir antipsicó-ticos.