La adicción al sexo

300Hshutterstock_137624615En el contexto socioeconómico, cultural, ideológico en el que nos encontramos, se están observando cada vez con más frecuencia un conjunto de conductas muy inadecuadas que, desde una óptica psicológica, tienen unas características similares a las adicciones “clásicas”  a determinadas sustancias. Nos estamos refiriendo a conductas relacionadas con determinado tipo de alimentación,  la forma física, las compras compulsivas, la policirugía estética, internet… Conductas que pueden llegar a producir en las personas dependencia, tolerancia y síndrome de abstinencia, criterios definitorios de las adicciones, convirtiéndose por tanto en un problema psicológico serio para la persona, haciéndose necesaria la intervención psicológica.

Una de estas adicciones que merece una mención especial se refiere al sexo. Se denomina en ocasiones hipersexualidad y, aunque no está recogido como un trastorno en los manuales al uso, sí que es un problema psicológico muy significativo para muchas personas. El término adicción al sexo  recogería los clásicos de satiriasis (en el hombre) y ninfomanía (en la mujer), pero ahora tendría una consideración de conducta adictiva (en el sentido recogido en el párrafo anterior). Y, además, con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación vía internet, las posibilidades de desarrollar estas adicciones se han disparado. Así, determinadas páginas web, foros, chats, blog, redes sociales… están facilitando el acceso a situaciones sexuales que por sus características (inmediatez, anonimato, disponibilidad, etc.) son situaciones estimulares muy favorecedoras de estas conductas.

NUESTRO TRATAMIENTO

Como siempre, tras una evaluación sistemática y habiendo planteado una hipótesis explicativa del problema, se establece con la persona un plan de intervención directa y de seguimientos

La intervención psicológica será multimodal y se centrará en control de estímulos, prevención de respuesta, maneja de la ansiedad, actividades alternativas, estrategias de autocontrol, programación de aproximaciones positivas, coste de respuesta, reforzamientos diferenciales…Aunque dependerá de cada caso en concreto tendríamos como objetivos prioritarios los siguientes: disminuir la ansiedad, motivar el cambio, instaurar actividades alternativas e incompatibles al consumo sexo no funcional, estilos de pensamiento más adaptados…Por último elaboraremos un programa de prevención de recaídas y mantenimiento de los logros y se realizará un seguimiento a largo plazo tanto presencial como telefónico del paciente.