Juego patológico:

La conducta adictiva no se refiere únicamente al abuso y dependencia del alcohol y las drogas. La pérdida de control y la compulsión al juego, así como la dificultad para parar una vez han empezado, aún y cuando han perdido y están perdiendo una gran cantidad de dinero; hacen del juego patológico un proceso tan devastador como cualquier otra adicción.

¿Cómo saber si has cruzado la línea entre ser un jugador ocasional y ser un adicto al juego?

  • Si tienes preocupaciones continuas sobre partidas, apuestas, máquinas, etc.
  • Si juegas para intentar recuperar el dinero que previamente perdiste jugando .
  • Si juegas para escapar del estrés laboral o de los problemas en tus relaciones.
  • Si mientes y/o robas para mantener tu hábito de juego
  • Si pides préstamos o vendes objetos de valor personal para poder seguir jugando
  • Si has p
    erdido amigos o personas significativas debido a tu conducta con el juego
  • Si te pones nervioso o estas intranquilo cuando no puedes jugar
  • Si, a pesar de que te esta destruyendo la vida, no puedes dejar de jugar.

La adicción al juego es tan severa que se considera una enfermedad, por ello también se conoce como juego patológico. La pérdida de control, además, puede generalizarse a otras áreas y conductas de la vida, como compras compulsivas, sobrealimentación y elevado consumo de alcohol y otras drogas.

NUESTRO TRATAMIENTO

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En cierta manera, la superación y recuperación de una adicción como el juego patológico sigue un proceso similar al resto de adicciones. En primer lugar el paciente necesita un período de “desintoxicación”, para

alejarse de las consecuencias eufóricas y reforzantes que hacen que la conducta se repita; también cesar el consumo de otras sustancias que se consumía mientras jugaba, como alcohol y cocaína. En Ancora nos proponemos ayudar al paciente a desarrollar mecanismos de afrontamiento de situaciones estresantes del día a día más sanos, a que aprenda y técnicas de autocontrol, técnicas de motivación el cambio, instauración de actividades alternativas e incompatibles al juego y modificación creencias erróneas relacionadas con juego; además de un asesoramiento familiar para trabajar todos juntos por el cambio. Hacemos un seguimiento y apoyo continuado para la prevención de recaídas; y el mantenimiento de la abstinencia y de la vida plena que toda persona necesita.