Trastorno obsesivo compulsivo

toc ansiedad niñosEl trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad en el que el niño o adolescente presenta  generalmente obsesiones y también compulsiones, aunque a veces sólo tiene obsesiones o sólo compulsiones.

  • Las obsesiones son pensamientos que el niño no puede apartar de su cabeza y que provocan ansiedad. Algunas de las obsesiones más comunes son: temor a contaminarse, a causar daño a otros o a que le pase algo a los padres, familia…, ideas agresivas, escrupulosidad o religiosidad excesiva, necesidad de decir o confesar.
  • Las compulsiones son las conductas que se hacen para aliviar la ansiedad o impedir que algo malo suceda, y las más frecuentes en los niños son lavarse las manos, ordenar cosas, necesidad de repetir una acción hasta hacerla “bien” y contar objetos o hasta un determinado número, y rituales a la hora de dormir como asegurarse de haber cerrado la puerta, rezar…

Más del 85% de los niños que sufren TOC tienen compulsiones de lavarse, y deben pasar varias horas al día lavándose las manos (u otra parte del cuerpo). A veces hasta se hacen heridas por tanto lavarse. Al menos alguna vez el niño reconoce que las obsesiones o las compulsiones son excesivas o absurdas.

Nuestro tratamiento:

Nuestra intervención comienza con una evaluación detallada del niño/adolescente y de su familia, ya que de ésta evaluación dependerá el diseño del plan de intervención concreto y las técnicas utilizar.

  • Nuestro objetivo prioritario es crear una relación terapéutica con el niño/adolescente de colaboración y trabajo en equipo a través del entendimiento, la empatía y aceptación incondicional de sus problemas.
  • Promovemos que comprenda su problema y vaya aprendiendo a lo largo de las sesiones las formas para enfrentarse al problema y superarlo.
  • Evaluamos de forma detallada y diseñamos un plan de acción o tratamiento individualizado dependiendo de la problemática específica presentada. En este plan de actuación adecuado a sus necesidades, es esencial:
    • Intervención con la familia: Dotaremos a los padres de pautas específicas relativas a la comunicación con el paciente, con el fin de facilitar un habla fluida y una reducción de la ansiedad del paciente ante situaciones que le cuesta esfuerzo afrontar.
    • Intervención con el niño o adolescente:
      • A nivel fisiológico; dotándole de estrategias como la relajación para disminuir la activación psicofisiológica que después pueda generalizar a distintas situaciones problemáticas.
      • A nivel cognitivo, identificaremos creencias erróneas que son la base de sus pensamientos automáticos negativos.
      • A nivel emocional, trabajaremos en la mejora autoconcepto mediante técnicas de automotivación, identificación de sus propias necesidades, comunicación asertiva tolerancia a la frustración y aceptación incondicional de si mismo, y percepción de autoeficacia.
      • A nivel conductual: Exposición y afrontamiento a bloqueos y a situaciones que le generan miedo y malestar (situaciones temidas).
      • Una vez que se ha perdido el miedo a bloquearse comenzamos la fase de modificación en la que se pueden introducir elementos de cambio en la manera de pronunciar que potencian la aceptación.

Finalmente, cuando se ha conseguido un nivel de fluidez, se pasa a la fase de estabilización y generalización en la que las relaciones sociales son fundamentales.